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Cómo afrontar los gastos de un funeral

No queremos pensar en ello, pero inevitablemente algún día llega: el momento en el que tenemos que organizar un funeral. Sea porque ha fallecido un familiar, un amigo o tal vez una persona conocida que no tenía a nadie más a quien acudir, en algún momento debemos responsabilizarnos de hacerlo.

 

Por añadidura, si los funerales, los velatorios y los entierros son duros no es solo porque nos tenemos que despedir de una persona a la que queríamos, sino porque además en muchos casos tenemos que pagar. La Seguridad Social, como en tantas otras cuestiones, nos brinda ayuda, pero hay una serie de responsabilidades en materia de documentación que no podemos pasar por alto.

 

Al margen de las obligaciones, hay personas que además toman la decisión consciente y personal de acudir a una funeraria de pago, tal vez porque consideran que el servicio es mucho mejor y que la persona a la que el sepelio rinde homenaje merece lo mejor. Los detalles y las prioridades en realidad no importan.

 

Llegados a este punto, lo único que importa es superar el trance de la manera más fácil y cómoda posible, ya que nuestra salud mental en pleno duelo también está en juego. Y si tenemos que solicitar donaciones de familiares o préstamos online inmediatos para poder hacerlo, tanto mejor. Las donaciones caritativas se agradecen y los créditos solicitados a través de internet son muy fáciles de devolver, de modo que no nos supondrán quebraderos de cabeza.

 

En cuanto a los detalles que debemos tener en cuenta, son muchos. Primero, el ataúd, cuyo precio varía en función del material, del tipo de madera también. Por otro lado, debemos seleccionar un espacio para celebrar el velatorio, y en él hay que tener en cuenta otras muchas cuestiones.

 

Los invitados y sus correspondientes invitaciones, el refrigerio de té, pastas y otras opciones de comida y bebida, las coronas de flores que enviemos nosotros mismos como familia o las personas allegadas que también deseen acudir, etc. A esto hay que añadirle también los gastos del entierro y de la lápida por encargo. Todo debe organizarse.