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Cómo redactar un documento de reclamación

Solemos emplear buena parte de nuestro tiempo en las tramitaciones. Da igual lo que sea que estemos tramitando, que puede ser la matriculación en un curso, la solicitud de alta como profesionales en la Agencia Tributaria, o el pago a plazos y la documentación legal de un vehículo que hayamos adquirido en un concesionario.

 

Todo, desde la investigación sobre el papeleo necesario y su cumplimentación, hasta la entrega y las firmas en los plazos previstos, incluyendo la posible visita al banco para el pago de tasas, conlleva tiempo y puede resultar estresante. Por eso, en estas circunstancias no es en absoluto extraño que haya errores.

 

Cuando dichos trámites son cien por cien online, como por ejemplo la prematriculación universitaria o la solicitud de préstamos sin preguntas, en cierto modo la subsanación de errores es sencilla porque también se hace a través de internet. Pero no siempre es así, otro tipo de documentación requiere, primero, imprimirla; y después, presentarla en persona a una oficina concreta, lo que añade tiempo de desplazamiento y las pérdidas económicas consecuentes a la ya amplia lista de minutos empleados en el procedimiento. Esa es la razón por la que siempre deberíamos tener a mano un modelo de reclamaciones, por si hay algún error.

 

Estos modelos, que pueden hacerse con toda comodidad en cualquier editor de textos, deben incluir los datos personales mínimos, tales como el nombre y los apellidos, el DNI o el CIF en el caso de las personas jurídicas, el domicilio, el correo electrónico y un teléfono de contacto.

 

En cuanto al cuerpo del mensaje, se deberían incluir dos secciones: «Expone», en la que explicamos al detalle cuál ha sido el error; y «Solicita» donde de igual modo detallamos de qué manera queremos que se arregle el fallo. Por último, el documento de reclamación debería agregar la ciudad o provincia, la fecha exacta y la firma del reclamante.

 

Siempre deseamos no tener que recurrir a documentación de este tipo, pero al mismo tiempo somos conscientes de que el sistema está conformado por personas, y todas ellas se pueden equivocar. Por eso importa tenerlo a mano.