Para muchas personas, la acción de emprender, que ya de por sí está teñida de un matiz aventurero, implica afrontar una empresa complicada, difusa, difícil y en ocasiones condenada al fracaso.
Hablamos de la aventura en sí de crear un negocio en la época de la abundancia empresarial tanto de megacorporaciones como de medianas empresas y pymes. Sin embargo, esta concepción del término es, en muchos casos, errónea. No pretendemos blanquear la acción de crear un negocio afirmando que cualquiera puede hacerlo. Para emprender hay que disponer de un fondo económico estable y tangible, y aunque se puede recurrir a minicréditos al instante y ayudas familiares, no todo el mundo dispone del colchón monetario necesario para desarrollar su proyecto de negocio.
Sin embargo, las personas solemos entenderlo todo en términos binarios y excluyentes. ¿El hecho de no tener abundancia económica para crear una empresa fácilmente implica que por lo tanto no podemos crearla? En absoluto.
En la escala cromática entre el blanco y el negro hay múltiples grises en todas las facetas de la vida, y el sector de los negocios no es una excepción. Para empezar, muchas personas emprendedoras con pocos recursos económicos optan por la facilidad de crear una empresa exclusivamente online, con todo el ahorro de costes de logística y alquiler de oficinas que eso implica.
Además, se puede ampliar todavía más ese ahorro si en lugar de contratar empleados de manera permanente recurrimos a autónomos y al contrato de servicios concretos según nuestras necesidades y nuestra capacidad adquisitiva.
En este modelo concreto de empresa autónoma de contrataciones temporales es muy importante que una de nuestras primeras acciones burocráticas sea redactar modelos de contrato y diseñar la factura estándar de la empresa. También es importante controlar, microcréditos mediante o no, los gastos y las ganancias presupuestarias para saber en todo momento qué servicios podemos permitirnos contratar cada mes.
Hacer esto y planificarlo con cuidado es llevar a cabo acciones empresariales que no implican la necesidad de disponer de grandes sumas de dinero para crear un negocio. Emprender es una palabra que incluye otro matiz, el de la creatividad.