Estamos ampliamente familiarizados con los servicios de envío de correos. Sabemos que existen, que hay oficinas repartidas por distintos puntos de numerosas ciudades y que en ellas podemos enviar
y recoger paquetes.
Sin embargo, si alguien nos pregunta si sabemos algo más, como el proceso de envío, la documentación necesaria en cada tipo de paquete y los tipos de paquete en sí que existen, ¿sabemos responder? Generalmente no. Porque nuestro uso de los servicios de correo suele ser limitado. Hay personas que sí suelen hacer uso de ellos al menos una vez al mes para hacer compras online, pero todavía existe un grueso importante de ciudadanos que no recurre a las tiendas online con demasiada frecuencia.
De hecho, seguramente ni siquiera las personas que realizan compras en un e-commerce saben muy bien cómo se envía un Burofax. Porque cuando hablamos de envíos, solemos pensar exclusivamente en paquetes.
Sin embargo, las cartas y la documentación burocrática existen y tienen su propia manera de funcionar. ¿Es difícil y, sobre todo, necesitaremos recurrir a ayudas económicas como préstamos rápidos para poder mandarlos? La respuesta a la primera pregunta es no. En lo que respecta a las tarifas, son variables, pero la ventaja es que podemos negociar con Correos para que nos haga una tarifa personalizada en función de las características del documento.
Los Burofaxes se pueden enviar desde la página misma de Correos y tienen carácter online, certificado o urgente, siempre en función de nuestras necesidades concretas. Lo único que tenemos que hacer es hacer clic en «Enviar Burofax Online», agregar el documento en formato PDF en una fuente válida –hay una lista de fuentes–, seleccionar destinatario y valores, y agregar una tarjeta de crédito o PayPal. Poco después, el destinatario recibirá el archivo en su domicilio o en la oficina de Correos más cercana.
Durante el transcurso del envío pueden surgir problemas de recepción específicos. Por esa razón, Correos se ofrece a devolver la tarifa íntegra del Burofax, sin los valores añadidos, en caso de demora. Es conveniente guardar toda esta información, nunca se sabe cuándo necesitaremos recurrir a un Burofax.