· 

Cómo reformar nuestra vivienda de forma fácil

Por lo general, cuando compramos una casa, pasamos tiempo pensando en el tipo de cocina que nos encantaría tener, el espacio que querríamos ganar en una habitación, y el estilo general con el que desearíamos agasajar a nuestros invitados. Todo eso, sin embargo, requiere dinero, como no podía ser de otra manera. No obstante, hoy en día es posible acceder a numerosos beneficios económicos extraordinarios gracias a internet. Es posible, por ejemplo, abrir una cuenta en Verkami para que amigos y familiares donen y nos ayuden con la reforma, así como solicitar préstamos sin intereses en páginas web como WannaCash.

 

Pero la pregunta principal es la siguiente: ¿cómo abordamos las reformas de un hogar?

 

El primer paso depende solo de nosotros. Es importante tener los objetivos muy claros. Lo más recomendable es elaborar una lista o un cuadro de prioridades dividido por cada habitación de la casa de la que nos queremos ocupar. Luego, es importante tener también una lista de fuentes; es decir, empresas de reformas, tiendas de muebles, etc. A continuación, podemos realizar un boceto de dichos objetivos para hacernos una idea general, y sobre todo muy visual, de lo que queremos. Esto nos servirá a nosotros para verificar que esto es realmente lo que queremos, pero también a los profesionales cuando queramos dar una explicación precisa.

A continuación, viene el proceso del presupuesto. Aquí, tenemos varias alternativas: por un lado, indagar en tiendas de internet para hacernos una idea muy aproximada de los precios; y por otro, contactar directamente con los profesionales para que sean ellos quienes nos den una cifra exacta. En este paso, tal vez veamos que el precio total se sale del presupuesto, en cuyo caso es esencial calibrar y ajustar los objetivos. Por supuesto, antes de firmar ningún contrato o arriesgarnos a solicitar 
mini créditos urgentes, debemos comparar distintos presupuestos. Aquí, hemos de tener muy en cuenta la relación calidad-precio: lo más caro no siempre es lo mejor, pero lo más barato, tampoco. Con esto, ya podemos iniciar el proceso de reforma.