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El Salvaje Oeste de Rockstar Games

En octubre aterriza en las tiendas de videojuegos de todo el mundo uno de los títulos más esperados por los aficionados gamers. Nos referimos al Red Dead Redemption 2, desarrollado por Rockstar Games.

 

Como todos sabemos, Rockstar nos ha regalado la conocida franquicia de juegos GTA y maravillas detectivescas como L.A. Noire. Si por algo son conocidos sus juegos es por sus mundos abiertos plagados de detalles, ya sean las calles de ciudades sospechosamente parecidas a Los Ángeles, o grandes extensiones de naturaleza salvaje en las que los vaqueros y los bandoleros campan a sus anchas. En todos esos ejemplos, es una delicia echar horas descubriendo las maravillas de todos estos universos.

 

En esta ocasión, nos encontramos con una precuela de lo acontecido en el primer videojuego, que narraba las aventuras de John Marston, un ex-bandido que se veía obligado a cumplir una misión si quería volver a ver con vida a su esposa y a su hijo.

 

Ahora, veremos la historia de esa banda de ladrones y matones a la que pertenecía Marston y viajaremos a lo largo y ancho del estado de Luisiana, un paraje de pantanos y sincretismo cultural. No sabemos todavía a ciencia cierta qué nos depara este nuevo Red Dead Redemption más allá de lo visto en los variados gameplays; pero, cuando tengamos la oportunidad de saberlo, las ganas de indagar en la fascinante historia del Salvaje Oeste serán muchas.

 

La labor educativa de los videojuegos es cada vez más evidente. Tenemos muchas opciones para informarnos sobre un tema, pero nada es más divertido que hacerlo de manera interactiva. Eso es lo que nos permite hacer un juego como el Red Dead Redemption 2: vestirnos con la piel de un personaje y descubrir con él un universo muy distinto al nuestro.

 

Eso o, tal vez, solicitando minicreditos rapidos en un viaje repleto de aventuras para conocer la vieja historia norteamericana. Pero, si bien a cualquiera de nosotros nos encantaría viajar físicamente a esos lugares lejanos, hacerlo de manera virtual en sandbox tan completos y logrados como los de Rockstar Games siempre es una delicia audiovisual.

 

Por otra parte, el Salvaje Oeste nos ha legado una rica y maravillosa biblioteca de ficción. Aficionarse a esta etapa cruenta de la historia de los Estados Unidos nos puede llevar a sumergirnos en la edad dorada del western y del spaguetti western cinematográficos, dominada por actores tan inolvidables como John Wayne o Clint Eastwood. Dicho de otro modo, descubrir las historias de indios y vaqueros a través del Red Dead Redemption original y su precuela, ofrece la fabulosa oportunidad de conocer nuevos horizontes artísticos en los que tal vez no habíamos pensado antes. Eso no tiene precio.

 

En resumen, tal vez algún día podamos emplear un microcrédito o nuestros ahorros en viajar a las lejanas estepas del oeste americano. Mientras tanto, podemos aprender más sobre ellas, y sobre el mundo en general, gracias a los videojuegos, una afición creciente, divertida y muy didáctica. La experiencia merece la pena.