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El activismo y los espacios seguros.

El activismo es cada vez más fuerte. Ya hablemos de feminismo, de manifestaciones por los derechos de las personas racializadas, de eventos para la visibilización de personas LGBTIQ y muchos otros temas, no cabe duda de que las luchas sociales ya no son esporádicas ni circunstanciales.

 

Ahora, y gracias a la labor de propagación de las redes sociales, se han viralizado. En cuestión de minutos, colectivos de todas partes del globo que luchan por una misma cosa, pueden organizarse y celebrar varios eventos simultáneos. Esa es la magia de los tiempos que corren, en los que la información y la comunicación vuelan libres y sin ataduras.

 

Por ejemplo, ahora podemos celebrar, con ayuda de minicréditos rápidos y otras formas de financiación, eventos de literatura o videojuegos solo para mujeres. ¿Pero qué características tienen que tener?

 

1. Espacio seguro: Cuando hablamos de un espacio seguro en materia de feminismo, hablamos de un espacio no-mixto. Es decir, sin hombres. Esto se hace, entre otras cosas, para fomentar una red de colaboración entre mujeres y para asegurar que no haya ningún caso de acoso.

2. Espacio inclusivo: Somos muchas mujeres y no todas somos iguales, así que un espacio feminista debe asegurar el empoderamiento de todas, ya sean chicas blancas cis, o chicas trans racializadas.

3. Buena publicidad: Los espacios feministas que fomentan el arte y la creatividad deben de contar con una buena publicidad en prensa e internet. No basta con una nota a pie de página, todo el mundo debe ser consciente de que existen.

4. Artistas noveles: Es muy importante que en estos eventos se impulse la carrera de las escritoras y las artistas que intentan dar a conocer sus obras pero no tienne medios para conseguirlo. Son las voces más silenciadas.

5. Coloquios y entrevistas: Como resultado del punto anterior, están las entrevistas y las charlas las asistentas, enfocadas a conocer el modus operandi de estas artistas, su vida y sus motivaciones.

 

Ojalá estos espacios sean cada vez más frecuentes. Depende de las ganas, del interés y, por supuesto, de conseguir mecenas o préstamos personales, útiles para este propósito.